En el centro, Dios

Extracto del libro "En el centro, Dios", capítulo que escribí sobre la concepción de Dios en el hinduismo. https://www.cristianismeijusticia.net/es/en-el-centro-dios

Dvarka Das (Lic. Fabian Ezequiel Lopez)

1/28/202519 min read

En el centro, Dios


Cuando decimos Dios en el centro, qué queremos decir de acuerdo a nuestra tradición. En el hinduismo hay muchas tradiciones y no siempre significa lo mismo. Siempre hago una aclaración básica cuando voy a hablar sobre el Hinduismo, y es que no es una sola religión, son varias religiones que comparten creencias y escrituras, por lo que es mas correcto y mas comprensible si lo llamamos una familia de religiones.


Para ser mas específicos, tenemos tres religiones principales:

  • El Vishnuismo,

  • El Shivaismo,

  • El Shaktismo.

Cada una con una idea de Dios distinta.

Y luego, hay una gran variedad de cultos menores, y también sectas dentro de estas tres principales.


El año pasado en este mismo lugar hablamos de la muerte en el hinduismo y en ese tema no era necesario hacer esta aclaración, porque la visión sobre la muerte es la misma en todas las tradiciones, pero el tema de hoy, Dios, es justamente lo que las diferencia.


Por eso, cuando queremos saber qué significa Dios dentro del hinduismo, tenemos que ver a quién se lo preguntamos.

Y acá podríamos dividir la pregunta en dos, qué es y quién es. Y dependiendo a quién se lo preguntemos vamos a obtener diferentes respuestas.


Qué es Dios?


Cuando vemos tantas imágenes divinas en el hinduismo, qué significa? Que es un politeísmo?


Esa es la conclusión que surge a primera vista. Sin embargo está equivocada.

Una cosa muy llamativa es que cuando los hindues se refieren a Dios, no lo hacen en plural sino en singular.


En el Rig Veda, donde aparecen himnos a una gran variedad de divinidades, encontramos un verso muy importante que dice “La Verdad es Una pero los sabios la llaman con diferentes nombres”.

ekam sad vipra bahudha vadanti agnim yamam matariswanam ahuh Rg Veda 1.164.46

(Este es el porqué podemos llamar Hinduismo a las religiones que lo componen, aunque son diferentes. Porqué religiones distintas pueden identificarse como una sola a pesar de todo.)

A veces se traduce este verso de otra manera; “Dios es uno pero los sabios lo llaman con distintos nombres”.


Esto es así porque para en el hinduismo, Dios no es solamente el Ser Supremo, es la Verdad Absoluta. No solo un Ser, es el Ser de todo.


Por ejemplo en el Bhagavata Purana, encontramos este verso que lo explica un poco mas:


vadanti tat tattva-vidas tattvaṁ yaj jñānam advayam

brahmeti paramātmeti bhagavān iti śabdyate


“Los trascendentalistas eruditos que conocen la Verdad Absoluta llaman esa sustancia no dual Brahman, Paramatma y Bhagavan.”


Esto son tres formas o tres grados en la compresión del Absoluto, es decir de toda la realidad existente.


Brahman es el ser, es el aspecto indeterminado, indefinido y homogéneo de la realidad, sin características particulares ni limites. Es la totalidad. La esencia espiritual de todo. La Luz.


Paramatma es el aspecto definido y onmipresente de Dios. El espiritu de cada elemento.


Bhagavan es la Personalidad de Dios. Su forma específica, mas allá del entendimiento y capacidad humana de concebir o percibir. Que se encuentra aparte de la creación, en su morada eterna.


Estos tres aspectos no están separados, son uno (advayam), pero los comprendemos como diferentes o por separado.


Para comprender esto mas fácilmente se da el ejemplo del Sol y cómo se lo puede entender en tres aspectos. La luz solar es el aspecto del Sol que inunda todo, por ejemplo, cuando decimos el Sol ha entrado por la ventana nos referimos a la luz solar como no diferente del Sol. Es un aspecto. El aspecto Brahman.


Cuando salimos de la casa y divisamos el círculo solar, percibimos su forma y localización. Con cualidades y características. Es el aspecto localizado o Paramatma.


Y cuando estudiamos el planeta Sol en su composición, sus explosiones nucleares y su actividad, nuestra comprensión es mas profunda y reveladora. Es el aspecto personal, Bhagavan, la Personalidad de Dios.


Entonces para algunos la Verdad Ultima será el Brahman, como por ejemplo, los seguidores del advaita vedanta. Para ellos Brahman es lo único que existe y todas las formas de divinidades son manifestaciones temporales de ese único Brahman.


Para otros Paramatma, la Superalma, el Señor en el corazón, es el único objeto de meditación y contemplación.


Y para otros, Bhagaván, la Personalidad de Dios, es el origen de todo, la causa de todas las causas, el objeto del amor y la devoción, bhakti.


Se explica que según el tipo de camino o proceso de autorrealización, también llamado yoga. que se practique se puede alcanzar la comprensión de uno u otro aspecto del Absoluto.


Por ejemplo, a través del jñana yoga o camino del estudio y conocimiento se puede alcanzar la comprensión del aspecto Brahman. A través del proceso de Raja Yoga, o camino de la meditación y el control mental, se puede alcanzar la comprensión del aspecto Paramatma, lograr un estado de concentración mental en el que pueda contemplar internamente el propio ser y el Super-ser a su lado.

Y a través del bhakti yoga, el cultivo de la devoción y el amor, se puede llegar a comprender el aspecto Bhagavan o personal de Dios.


Entonces cuando decimos ¿Qué es? Unos nos van a decir, que es lo indefinible, Brahman, el Ser. Otros nos van a decir, es el alma de todas las cosas, y otros nos van a decir, es el Señor Supremo.

Es muy importante entender esto para no hacerse un lío cuando nos encontramos con todas estas alternativas.


Hay muchas otras citas de las escrituras que afirman la unidad de Dios, del Vedanta Sutra, los Upanishads los Puranas, o las epopeyas, pero no quiero marearlos con tantas citas.


La otra pregunta es ¿Quién es?, como un representante de la tradición vaishnava diré que es Vishnu, pero si le preguntan a un shaiva, dirá que es Shiva, y si le preguntan a un shakta, dirá que es la Shakti o la forma femenina original.


Yo no puedo decir que tengo la única verdad porque como dije en el comienzo Dios es también la Verdad Absoluta, por un lado eso excede mi capacidad, y además abarca todas las formas, pero mi fe y mi razonamiento, además de todas las evidencias escriturales presentadas por los maestros anteriores de mi tradición, dicen que la forma última de esa Verdad Absoluta es Krishna o Vishnu.


O mas específicamente dentro de mi tradición, Radha-Krishna, las formas masculina y femenina de Dios, una y diferentes simultáneamente.


Como pueden ver, hablar de Dios en el hinduismo no es algo simple, ni lo que se acostumbra tradicionalmente en occidente. Por eso, para muchos fue mas fácil decir “es un politeísmo”.



Despues de esta breve introducción puedo entrar en el tema propiamente dicho. Qué queremos decir cuando decimos Dios en el centro?


Aquí voy a empezar a hablar específicamente de mi tradición, el Gaudiya Vaishnavismo. Es decir la religión que adora a Vishnu o Krishna como el Supremo, y que posee sus raíces en Bengal, por eso se llama Gaudiya, ya que antiguamente se conocía a Bengal como Gauda.


La mía es una tradición que enfatiza la práctica del bhakti o la devoción a Dios, porque nuestro objetivo es poder revivir el amor a Dios. Algo que permanece dormido en el seno del alma.


El amor puro por Dios está establecido eternamente en el corazón de las entidades vivientes. No es algo que se deba obtener de otra fuente” Caitanya Caritamrita Madhya 22.107


Nuestra creencia es que todos somos seres espirituales, partes de esa Verdad Absoluta, y que actualmente nos encontramos en un estado de ilusión, como dormidos, olvidados de nuestra identidad eterna, e identificados con un cuerpo y mente temporales. Eso se llama ego falso o ahamkara.


En ese estado de ilusión, los seres tratan de controlar y poseer la naturaleza, en ese esfuerzo sufre decepciones y alegrías, en una continua alternancia, en una bipolaridad crónica, que nos mantiene atrapados en un sinfín de acciones, de karma, y de nacimientos repetidos, lo que llamamos reencarnación o samsara.


¡oh, conquistador del enemigo!, todas las entidades vivientes nacen en el seno de la ilusión, confundidas por las dualidades” BG 7.27


Sin embargo, a pesar del continuo esfuerzo, y la repetición de vidas, la verdadera satisfacción, paz y la felicidad nunca se alcanzan verdaderamente, porque se tratan de obtener a través de una identidad que no es la real. Como seres espirituales nunca podemos satisfacernos por medios materiales. Son dimensiones incompatibles.


Y no solo la satisfacción o la felicidad, sino también la eternidad. Algo que el ser humano ha buscado desde el comienzo de los tiempos, como podemos ver en texto tan antiguos como el poema sumerio de Gilgamesh, entre otros. Sin embargo la realidad material es temporal y por mas arreglos que se hagan, todo termina. Para nuestra decepción y desaliento. Ya hablamos bastante de esto en el curso pasado.


De la misma manera que una persona dormida puede soñar que está comiendo un gran banquete, pero no puede nutrirse realmente, no importa todo lo que coma en el sueño, cuando se despierte va a tener hambre, porque en realidad no ha comido nada, solo ha sido un sueño. Todo lo que experimentamos en la vida material es como un sueño.


Por ejemplo, ahora yo tengo este cuerpo de 56 años, que es bastante diferente del que tenía a los 20, miro fotos, las comparo y me asusto, pero el problema no es el cambio, el cambio es lo natural, el problema es la identificación, ahí está la ilusión, identificarme con este cuerpo de 56 o con aquel de 20, porque yo sigo siendo la misma persona. Yo sigo siendo yo. El cuerpo ha cambiado, la mente ha cambiado, pero la identidad no.


Esa ilusión en las escrituras hindúes se llama Maya, lo que no es, la capacidad de la energía material de mantenernos en un estado de sueño constante, inconscientes de nuestra identidad espiritual, trascendental al cuerpo y la mente.


Esa identidad espiritual es muy diferente a la identidad física. Esa es la primera enseñanza que Krishna le da a Arjuna en el Bhagavad Gita.


Para el alma no existe el nacimiento ni la muerte en ningún momento. Ella no ha llegado a ser, no llega a ser y no llegará a ser (materia). El alma es innaciente, eterna, permanente y primordial. No se la muere cuando se muere el cuerpo.” BG 2-20


Fundamentalmente aquí se habla en relación a la eternidad del alma, porque el contexto en que se encontraban era el de una batalla, y la preocupación de Arjuna era la muerte. Pero la diferencia entre el alma y el cuerpo va mas allá de la temporalidad de este. El alma tiene otras características que la diferencian de la materia.


Se dice en sanscrito que la esencia del alma es sad-cid-ananda, sad tiene que ver con la eternidad que ya hablamos, cid se refiere a la conciencia y ananda significa bienaventuranza, felicidad. El alma es eso, no es algo que tenga que conseguir. Es como decir el Sol es luz, no necesita algo que lo ilumine, él es quien ilumina, de la misma manera, el alma es conciencia y conocimiento, el alma es bienaventuranza.


En cambio en el cuerpo material debemos esforzarnos por adquirir conocimiento, y ser conscientes implica también un esfuerzo. Una capacidad que estamos perdiendo cada vez mas porque la tecnología nos la está debilitando, hace 8 años la capacidad de concentración de una persona era de 12 segundos, hoy en día es de 5 segundos.


El ser consciente es algo por lo que tenemos que esforzarnos mientras estamos en un cuerpo material. La materia no es consciente, esa es su naturaleza, para que el cuerpo sea consciente necesita la presencia del alma, y en una buena medida limita esa conciencia.


De la misma manera, ananda, la felicidad y la satisfacción no es algo natural en el mundo, es algo por lo que los seres se tienen que esforzar arduamente. Y aún así, a pesar de todo el trabajo y los esfuerzos que hacemos a diario, la felicidad, cuando la conseguimos, es algo muy efímero. Cuando la conseguimos por medios materiales. Hay una ecuación que podemos hacer en relación a la felicidad. Es inversamente proporcional al grado de densidad de la materia. Cuanto mas sutil es el objeto que me causa placer, mas asequible y mas profunda es la sensación de felicidad. Porque se acerca mas a la naturaleza sutil del alma.


Aquel cuya felicidad es interna, que es activo y se regocija internamente, y cuya meta es interna, es en verdad el místico perfecto. Él está liberado en el Supremo, y al final llega al Supremo.” BG 5.24


De la misma manera cuanto mas busquemos esa felicidad en nuestro interior, y no en objetos externos, mas fácil y mas intenso será la sensación de felicidad, plenitud y satisfacción. Porque la verdadera felicidad es la naturaleza del alma, la materia es un impedimento, un obstáculo que nos impide saborear nuestra felicidad. Es como si tuviera tapones en los oídos o una tela en los ojos, no podría sentir apropiadamente. La materia cubre la naturaleza del alma y no nos permite experimentar plenamente sus características. Vivimos, pero nuestra vida es limitada, Somos conscientes, pero a costa de un esfuerzo, experimentamos felicidad, pero después de un gran esfuerzo.


Y qué es lo que nos impulsa a todo esto? Que nos hace esforzarnos para vivir, ser conscientes y ser felices a pesar de todas las dificultades y la temporalidad del mundo?

Nuestra propia naturaleza. Porque somos seres espirituales, eternos, plenos de conocimiento y bienaventuranza, siempre estamos buscando esas características a pesar de que no las encontramos en el plano material.


La visión del mundo material en las escrituras hindúes es bastante negativa.


Después de llegar a Mí, las grandes almas, que son yogis en estado de devoción, jamás regresan a este mundo temporal, el cual está lleno de sufrimientos, ya que han logrado la máxima perfección.” Bhagavad Gita 8.15


Así es como se describe este mundo, temporal y pleno de miserias, un lugar donde hay peligros constantes. En el Srimad Bhagavatam se dice “padam padam yat vipadam na tesham”, hay peligros a cada paso.


Y hay muchas otras descripciones mas fuertes, para causar un impacto en la mente, porque la mente, también es material, y naturalmente se sentirá atraída hacia los objetos materiales y la satisfacción de los sentidos. Se dice que la mente es la central de los sentidos, quien recoge la información y las sensaciones. Así que normalmente se pondrá del lado de estos. Abogando por su causa.


En el capítulo 6 del Bhagavad Gita encontramos esta afirmación:


Uno debe liberarse con la ayuda de la mente, y no degradarse. La mente es la amiga del alma condicionada, así como también su enemiga.

Para aquel que ha conquistado la mente, ésta es el mejor de los amigos; pero para aquel que no lo ha hecho, la mente permanecerá como su peor enemigo.


Sólo una inteligencia fuerte y bien nutrida de conocimiento puede controlar la mente.


Por ese motivo, la instrucción de las escrituras como las Upanishads o el Bhagavad Gita nos orientan a buscar la trascendencia.


No es un escape o una forma de negar lo inevitable, sino recuperar, recordar, despertar por un lado nuestra identidad real, que según esta tradición es eterna, plena de conocimiento y bienaventuranza (sad-cid-ananda). Y por otro lado revivir la relación de esa identidad eterna con su fuente, Dios.


En realidad, para un bhakta, un devoto, este es el aspecto mas importante. Lo anterior es un efecto inherente de revivir la relación con Dios.


Entonces, cuando decimos “En el centro, Dios”, de eso se trata el bhakti yoga, de que Dios es el centro de todo, es la raíz de la creación, no sólo como creador, también como mantenedor y en última instancia como destino de todo. Y por supuesto, lo que se aplica a la creación, se aplica a nuestra vida. Por lo tanto, lo que el devoto vaishnava aprende, y practica, es poner a Dios en el centro de su vida.


Las instrucciones en el Bhagavad Gita son muy claras:


Todo lo que hagas, todo lo que comas, todo lo que ofrezcas o regales, y todas las austeridades que realizes, hazlo, ¡oh, hijo de Kunti!, como una ofrenda a Mí. BG 9.27


Siempre piensa en Mí, conviértete en devoto Mío, adórame a Mí y ofréceme a Mí tu homenaje. De ese modo, vendrás a Mí sin falta. Yo te prometo eso, porque tú eres Mi muy querido amigo.B.G. 18.65


Encontramos muchos consejos de este tipo en el Bhagavad Gita. Y muchas guías de cómo poner en práctica esos consejos. Porque suena muy lindo pero en la práctica no es tan fácil, estamos demasiado acostumbrados a ir en la dirección opuesta. A centrarnos en nosotros mismos o en los que nos rodean.


En general, Dios se ve como un recurso. Como dice el chiste: ateo hasta que se empieza a caer el avión. Nos acordamos de Él cuando lo necesitamos porque no podemos controlar la situación, o cuando hay alguna ceremonia. Pero en general no es una parte importante en la vida de las personas.


Pero no hay existencia, no hay vida sin la presencia de Dios.

Krishna dice en el capítulo 15 del Bhagavad Gita


Yo entro en cada planeta, y gracias a Mi energía ellos permanecen en órbita. Yo Me convierto en la Luna, y con ello les proveo del zumo vital a todos los vegetales.

Yo soy el fuego de la digestión que se encuentra en el cuerpo de todas las entidades vivientes, y Yo me uno con el aire de la vida (el prana), saliente y entrante, para digerir las cuatro clases de alimentos que hay.

Yo me encuentro en el corazón de todos, y de Mí proceden el recuerdo, el conocimiento y el olvido. Es a Mí a quien hay que conocer a través de todos los Vedas.


Así que, de la misma manera que necesitamos esforzarnos para mantenernos vivos y conscientes, adquirir conocimientos y buscar la felicidad, también necesitamos entrenarnos para re-conectarnos, re-ligarnos, con Dios. De eso se trata la religión.


En el Bhagavad Purana se explica que hay distintas etapas en la comprensión de Dios. Por ejemplo, allí se dice que si nuestra visión está muy limitada por nuestra experiencia material, podemos verlo en la naturaleza. Ver la naturaleza como una representación simbólica de su cuerpo, el Sol y la Luna como sus ojos, los ríos como sus venas, las montañas como sus músculos, etc.

Ese tipo de visión de las maravillas de la naturaleza, puede ayudar a muchas personas a acercarse a Dios con reverencia, asombro y respeto.


Sin embargo, debo decir que no compartimos la idea de Rudolf Otto cuando habló del Mysterium Tremendum, el temor no forma parte de la concepción hindú de Dios.


También en el Bhagavad Gita, en el capítulo 7, Krishna le da a Arjuna una serie pistas sobre cómo lo puede percibir en la naturaleza.


¡Oh, hijo de Kunti!, Yo soy el sabor del agua, la luz del Sol y de la Luna, la sílaba om de los mantras védicos; Yo soy el sonido del éter y la habilidad del hombre.

Yo soy la fragancia original de la tierra, y Yo soy el calor del fuego. Yo soy la vida de todo lo que vive, y Yo soy las penitencias de todos los ascetas.

¡Oh, hijo de Prtha!, sabed que Yo soy la semilla original de todo lo que existe, la inteligencia de los inteligentes y el poder de todos los hombres poderosos.


Para el devoto, el hecho de tomar agua, sentir el calor de los rayos, ver la Luna, sentir el aroma de la tierra, etc., todo ayuda a recordar a Dios.


Pero para poder tener esa visión hace falta un entrenamiento, un aprendizaje diario que nos capacite a ver cómo cada elemento del mundo con el que nos encontramos está sostenido por Dios, cada alimento que tomamos, cada rayo de luz que nos ilumina, cada gota de agua que tomamos, cada partícula de oxigeno que respiramos, está provisto por Él.


Ese entrenamiento puede ser de muchas formas, por ejemplo, en nuestra tradición, tenemos una rutina, pasos que seguimos a diario. Dependiendo de las circunstancias y de las personas pueden ser la rutina puede ser completa o menos.


Nos levantamos muy temprano por la mañana, porque se explica que las horas antes del amanecer son las mas propicias para la meditación y el estudio. La mente todavía no está tan cargada de deseos, por lo tanto mas calmada, la inteligencia está mas fresca, y el ambiente está mas tranquilo.


El primer movimiento al levantarse es ofrecer reverencias a Dios y al Maestro Espiritual. La primer actividad en un asrama, un templo y en muchas casas, es una ceremonia frente al altar, cantando y bailando tranquilamente para el Señor.


Luego practicamos una meditación que se llama japa, que consiste en la repetición de un mantra con un rosario, poniendo especial atención en pronunciar correctamente y escuchar el sonido.


Un mantra es instrumento sonoro para fijar y calmar la mente. Eso es lo que quiere decir mantra.


Hay distintos tipos de mantras, el mas famoso es el Om, es un bija mantra, bija significa semilla, porque su sentido no esta manifiesto, sino que todo su potencial esta encerrado en un solo sonido.


Tambien hay mantras raiz, mula mantras, especialmente usados en el tantrismo. Se diferencia de los bija mantras en que consisten de varios sonidos, pero asi como los bija mantras su significado no esta plenamente explicitado, es simbólico y encierra muchos significados.


También están los mantras védicos que constituyen los Vedas. Y algunos mantras reciben el nombre de Maha Mantras, o gran mantras.


El principal mantra en mi tradición es el Maha Mantra Hare Krishna.


Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare,

Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare.


Son tres palabras, tres nombres de Dios. Krishna significa el Supremo Atractivo, la persona mas hermosa, mas sabia, mas opulenta, mas desapegada, mas fuerte, el mas famoso, y por eso es el mas atractivo.

Rama quiere decir la fuente de todo placer espiritual. Y Hare es la energía interna de Dios, la energía espiritual, la forma espiritual del amor a Dios.


Este mantra es una invocación al Señor para purificar la mente e inspirarnos en el servicio amoroso, el bhakti yoga. Para inspirarnos y también para pedirle que nos de esa posibilidad. Por eso la invocación a Hare.


La meditación también puede ser grupal, con instrumentos musicales, y se llama Bhajam. Y cuando se le añade la danza, se llama Kirtan.


Durante un tiempo realizamos esta meditación con ese rosario.


Luego también dedicamos un tiempo al estudio. Leyendo y analizando las escrituras como el Bhavagad Purana, el Bhagavad Gita, el Chaitanya Caritamrita, entre otras escrituras.


En estas escrituras encontramos principalmente enseñanzas filosóficas, teológicas, morales y espirituales, así como historias que nos ayudan a recordar al Señor.


Las historias son muy didácticas, nos inspiran con ejemplos, nos ayudan a fijar enseñanzas, y fundamentalmente nos atraen, por eso hay muchos mas libros de novelas que de filosofía. Así que en el hinduismo tenemos grandes epopeyas como el Mahabharata y el Ramayana. Por ejemplo, el libro que estoy citando siempre, el Bhagavad Gita, es un extracto del Mahabharata, la gran historia de la India. Por eso, India se llama internamente como Bharata. Es el nombre con el que se identifican los indios.


Estas epopeyas están plenas de enseñanzas enredadas en historias de aventuras, dramas y romances, que atrapan la mente y dirigen la conciencia hacia una meta superior, espiritual y moral.


El recuerdo de esas historias nos ayudan continuamente a recordar, nos emocionan y nos motivan a mejorar nuestra vida, basar nuestras relaciones en vínculos espirituales y poner a Dios en el centro, porque Dios está en el centro de todas esas historias.


Luego de esa período de la mañana en que meditamos, cantamos y estudiamos, nos dedicamos a nuestras actividades normales.


Pero, la instrucción es que no hagamos esas actividades simplemente para nuestra satisfacción o manutención, sino que las convirtamos en ofrendas. Estableciendo un vínculo con Dios en cada momento, entendiendo que Él nos provee de los materiales, de la inteligencia y de la habilidad para realizarlas, que el resultado final no depende completamente de nosotros, y al final como una acto de agradecimiento que fortalece y aumenta nuestra devoción, le ofrecemos el resultado.


Por ejemplo, cuando cocinamos, no lo hacemos pensando en que nos vamos a comer eso. Todo lo que un devoto vaishnava cocina lo ofrece primero a Dios, normalmente no come nada que no ha sido ofrecido primero. Esa es la instrucción del Bhagavad Gita. En los templos la cocina es una extensión del altar, o bien, en las casas hay un pequeño altar en la cocina. También puede que haya un altar mas grande en una sala, pero el altar de la cocina está seguro. Entonces, cocinar es todo un acto ritual, con mucha higiene, el devoto cocina escuchando música o una lectura, meditando en cómo agradar al Señor con sus preparaciones. Cuando se llega a esa conciencia, ya va mas allá de un ritual, ya estamos hablando de bhakti, un acto de devoción.


Si alguien Me ofrece con amor y devoción una hoja, una flor, una fruta o agua, Yo la aceptaré. B.G. 9.26

Todo lo que hagas, todo lo que comas, todo lo que ofrezcas o regales, y todas las austeridades que realizes, hazlo, ¡oh, hijo de Kunti!, como una ofrenda a Mí. B.G. 9.27


El concepto de Karma quiere decir que a cada acción material hay una consecuencia material, es como la tercera ley de la termodinámica de Newton, la ley de causa y efecto. Cada cosa que hacemos implica una reacción, y por lo tanto, el compromiso de tener un cuerpo material para asumir esa reacción. Por lo tanto, el karma es algo que nos ata a este mundo. Mas actuamos, mas nos enredamos, como en una telaraña. Y tan enredada es la situación, que una vida no alcanza, entonces hay que volver para seguir asumiendo compromisos karmáticos previos, pero al mismo tiempo no se puede parar de actuar, y seguir generando karma.


¿Como se corta esto? Hay varios caminos, karma yoga, jñana yoga, raja yoga. El que nos toca hoy es el bhakti yoga. Si yo hago las cosas para mi, yo tengo que asumir la reacción. Si hago las cosas para otro y en forma desinteresada, la reacción no me afecta, eso se llama karma yoga. Pero si hago las cosas como una ofrenda a Dios, sin deseos egoístas, no solo no me afecta la reacción, no solamente no hay karma, sino que además, revivo mi relación con Dios. Eso es bhakti yoga.


He ahí la importancia de hacer las cosas como una ofrenda a Dios, porque nos libera y porque nos ayuda a recuperar nuestra verdadera identidad como seres espirituales en relación con su orígen, en una reciprocidad amorosa.


Otra característica especial del bhakti yoga, es que en las otras formas de yoga, todo depende principalmente de nosotros, de nuestro esfuerzo, capacidad, habilidad e inteligencia. Pero como el bhakti yoga se establece un vínculo entre dos, el adorador y el adorado, el trabajo es en equipo. Y claro el otro miembro del equipo es nada menos que el Supremo. Lo que da una gran ventaja, y por eso el éxito está garantizado.


En las escrituras se dice que cuando uno da un paso hacia Dios, Él da cien pasos hacia uno. Porque quiere que recuperemos nuestra identidad espiritual y nuestro lugar en su morada. Pero nuestro libre albedrío es fundamental, porque no puede haber amor sin libre albedrío. Así vemos que en el Bhagavad Gita, Krishna le da a Arjuna a elegir, y también le da diferentes alternativas. Por ejemplo, en el capítulo 12 le dice:


Tan sólo fija la mente en Mí, la Suprema Personalidad de Dios, y ocupa toda tu inteligencia en Mí. Así, siempre vivirás conmigo, sin ninguna duda.

Mi querido Arjuna, si no puedes fijar la mente en Mí sin desviación, entonces sigue los principios regulativos del bhakti-yoga. De ese modo, cultiva el deseo de llegar a Mí.

Si no puedes practicar las regulaciones del bhakti-yoga, entonces sólo trata de trabajar para Mí, porque al hacerlo llegarás a la etapa perfecta.

Sin embargo, si eres incapaz de trabajar con esa conciencia de Mí, trata entonces de actuar renunciando a todos los resultados de tu trabajo y trata de situarte en el ser.

Si no puedes emprender esa práctica, entonces dedícate al cultivo de conocimiento. Mejor que el conocimiento, sin embargo, es la meditación, y mejor que la meditación es la renuncia a los frutos de la acción, ya que por medio de esa renunciación uno puede conseguir la paz de la mente.


Así vemos que Krishna le dá a Arjuna una amplia gama de alternativas donde elegir para progresar espiritualmente. En realidad esto es un resumen de lo que podemos observar a lo largo de todo el texto. Porque en el Bhagavad Gita hay un compendio de caminos y opciones para la autorrealización y el crecimiento espiritual, por eso es el texto mas ampliamente aceptado y estudiado en todas las religiones y sectas del hinduismo. Incluso en aquellas que no comparten la naturaleza devocional del mismo.